Juega en realidad virtual con tu smartphone

Podríamos decir que en estos dos últimos años, los juegos de realidad virtual han marcado una clara tendencia al alza, pero lo cierto es que, si en algún momento hemos mostrado cierto grado de interés por adentrarnos en este mundo, habremos encontrado una fuerte barrera por la que más de uno habrá echado atrás por completo: el desmesurado precio que impone el acceso a esta nueva tecnología.

Por un lado necesitamos adquirir un equipo que no suele bajar de los 300 euros. Precisamente algunas marcas como Oculus de Facebook han decidido lanzar versiones con unas prestaciones muy bajas, con el objetivo de facilitar el acceso al mayor número de jugadores. Estos dispositivos, como el llamado Oculus Go, no son más que unas gafas de realidad virtual de muy buena calidad, pero con un hardware interno equivalente al de un móvil de gama media.

Por eso, si contamos con un móvil con las prestaciones adecuadas (como puede ser un Xiaomi Mi 8 o similares) el acceso a juegos de realidad virtual para Android/iOS está más cerca de lo que crees.

¿Qué se necesita para jugar en realidad virtual con el teléfono?

Seguramente te estés preguntando en este punto si ya dispones de un terminal que consideras con suficiente potencia qué se necesita para jugar en realidad virtual con el teléfono.

Es necesario identificar las características mínimas que debería tener un teléfono para que puedas disfrutar de un amplio catálogo y que al mismo tiempo la experiencia sea adecuada y no te lleve a la frustración.

Características de un teléfono para acceder a juegos de realidad virtual para Android/iOS

Hemos de tener en cuenta en primer lugar cuáles son los principales componentes que debe tener un equipo para poder disfrutar satisfactoriamente de juegos de realidad virtual:

• El tamaño de la pantalla: no importa demasiado, dado que la mayoría de las gafas se adaptan a los diferentes formatos. Aunque lo ideal es contar con una pantalla de 5 o más pulgadas, algo que hoy en día es muy común en la mayoría de los dispositivos.
• La resolución de la pantalla: la mayoría de los teléfonos ya gozan de resolución FullHD que es, sin duda, lo mínimo y necesario para jugar estos juegos. Hay que tener en cuenta que la pantalla se divide en dos, esto quiere decir que la resolución se reduce a la mitad y por ende la calidad se verá seriamente perjudicada por debajo de los 1920 pixeles de resolución.
• Giroscopio y sensor magnético: otro elemento imprescindible, dado que sin él es imposible disfrutar de la experiencia de 360 grados dentro del videojuego. Además, la brújula del sensor magnético, ayuda a mantener en orden las cosas en el juego y a que, por ejemplo, el Norte se mantenga en la misma dirección, y no se acabe descalibrando conforme se vaya avanzando en la partida.
• SoC: el procesador y el chip gráfico son fundamentales a la hora de dar cierta fluidez. Hoy en día, para poder disfrutar al máximo, tenemos que intentar buscar los que mejores prestaciones tengan, por ejemplo, un procesador Snapdragon 835 o superior.

Las gafas necesarias para juegos de realidad virtual en el móvil

Aparte de disponer de un móvil que cuente con unos requisitos mínimos, también tenemos que buscar unas gafas que se acoplen correctamente al mismo. La mayoría de las marcas buscan una compatibilidad bastante amplia y el rango de precios fluctúa entre las marcas chinas, de apenas 10 o 20 euros, a modelos muy avanzados como Samsung Gear VR y Google Daydream View, que pueden superar los 100 euros.

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Las ventajas que aporta un visor más avanzado pueden ser tales como:

• Mejor sujeción del teléfono: uno de los principales problemas de estas gafas es que el móvil puede bailar en su interior, haciendo la experiencia virtual totalmente inútil. En el caso de las Google Daydream están diseñadas específicamente para un conjunto muy limitado de teléfonos compatibles, mientras que las Samsung Gear VR lo están para teléfonos Samsung Galaxy de última gama.
• Más confortables: los materiales suelen ser superiores y esto hace que sea viable llevarlas durante mucho rato sin cansarnos o hacernos daño.
• Algún sensor adicional: siempre y cuando el teléfono sea compatible con los mismos, proveer de sensores que interconectan las gafas con el móvil pueden facilitar la configuración y mejorar la experiencia en general.