¿Es malo dejar el ordenador encendido por las noches?

¿Cuántas veces nos habrán dicho que apaguemos el equipo antes de irnos a dormir? Posiblemente el argumento que más nos haya convencido históricamente es el del ahorro de luz. Existen varios mitos y leyendas sobre la tecnología que deberíamos poner sobre la mesa, como la posibilidad de provocar un incendio o que nos espíen, lo cual no siempre es tal y como nos lo pintan.

Sin embargo, sí existen otras razones reales por las cuales apagar el ordenador tiene sentido. Dependiendo de la persona se puede estar a favor o en contra. Los hay que jamás lo apaga, mientras otros tienen su apagado como parte de un rito de antes de irse del trabajo o a dormir. Además, gracias a la última tecnología existe una serie de elementos que nos permiten no apagarlo del todo, asegurando un arranque rápido.

Sin embargo, paradójicamente, los tiempos de arranque son cada vez más cortos gracias a la popularización de los discos de estado sólido, lo que hace que este argumento se debilite también.

¿Merece la pena apagar el ordenador por las noches? Mitos y verdades al descubierto

optimarc || Shutterstock

Teniendo todos estos temas comentados en la introducción y algunos más, vamos a ir analizándolos para intentar llegar a una conclusión final.

Analizando el consumo de luz

Sin lugar a dudas, este es el argumento número uno que tenemos que analizar con cautela. Hay que tener en cuenta que, salvo que pongamos el ordenador en hibernación, siempre existe un consumo en stand-by dependiendo de varios factores, como, por ejemplo, de si nuestro procesador es de bajo consumo (o si estamos hablando de un portátil) y también de si tenemos en cuenta en esta ecuación el hecho de que la o las pantallas acaben encendidas.

En promedio, un ordenador puede estar consumiendo entre 150-200W al estar sin uso. Esto significa que aproximadamente gasta un 1kW cada 5 o 6 horas, o lo que es lo mismo, unos 2kW por la noche (si contamos un sueño regular de unas 8 horas). Esto quiere decir que 2kW suman un total de 60kW al mes. En España un kW cuesta aproximadamente unos 15 céntimos, con lo cual, el simple hecho de haber optado por dejar encendido el ordenador todas las noches será lo mismo que pagar una cuota de Netflix básica, es decir, unos 9-10 euros al mes desperdiciados.

Descargas y actualizaciones

Curiosamente algunos dejan su ordenador encendido para descargar cosas. Lo cierto es que hoy en día las conexiones son tan rápidas que, salvo casos especiales, rara vez merece la pena hacer esto.

Sin embargo, en el apartado de las actualizaciones, dejar el ordenador encendido sí es una ventaja: sistemas operativos como Windows programan las actualizaciones automáticas entre las 2 y las 4 de la madrugada, lo cual nos permite tener el ordenador actualizado sin tener que interrumpir durante el día el tiempo que requiere esta tarea, inutilizando el ordenador. No obstante, podemos cambiar esta hora a otra durante la cual no usemos el equipo para que el asunto quede resuelto.

¿Hibernar o apagar?

Hoy en día, un ordenador de última generación puede llegar a arrancar en 10 o 20 segundos. Si hibernamos, el arranque puede reducirse a apenas unos segundos. Pero no hay que olvidar que los sistemas operativos en la actualidad han cambiado la precarga a un sistema diferido: hasta que no se inicia sesión, no empieza a cargar la mayoría de las aplicaciones que dan soporte al sistema, lo que puede sumar al arranque varios segundos o incluso minutos adicionales.

En cambio, al hibernar, como la configuración del estado del equipo se almacena, esta carga después de iniciar sesión es inexistente y, por tanto, la reducción de tiempo es importante.

Pero no hay que olvidar que muchas veces el estado del sistema también es símbolo de ralentización que un reinicio puede resolver. Por eso, si no hemos reiniciado en todo el día, un apagado de noche puede ser una buena costumbre para liberar toda la carga y empezar con un ordenador fresco por la mañana.

Conclusión

Podremos decir que apagar el ordenador es generalmente una gran idea. Ya no solo por las ventajas que hemos comentado, sino otras tantas como una reducción en el desgaste de los materiales, alargando su vida útil. Además, gracias al “Wake-on-LAN” podremos programar un arranque todos los días a una hora determinada, con lo cual se disminuyen aún más las ventajas de dejarlo encendido por pereza.

¿Cuántas veces nos habrán dicho que apaguemos el equipo antes de irnos a dormir? Posiblemente el argumento que más nos haya convencido históricamente es el del ahorro de luz. Existen varios mitos y leyendas sobre la tecnología que deberíamos poner sobre la mesa, como la posibilidad de provocar un incendio o que nos espíen, lo cual no siempre es tal y como nos lo pintan.

Sin embargo, sí existen otras razones reales por las cuales apagar el ordenador tiene sentido. Dependiendo de la persona se puede estar a favor o en contra. Los hay que jamás lo apaga, mientras otros tienen su apagado como parte de un rito de antes de irse del trabajo o a dormir. Además, gracias a la última tecnología existe una serie de elementos que nos permiten no apagarlo del todo, asegurando un arranque rápido.

Sin embargo, paradójicamente, los tiempos de arranque son cada vez más cortos gracias a la popularización de los discos de estado sólido, lo que hace que este argumento se debilite también.

¿Merece la pena apagar el ordenador por las noches? Mitos y verdades al descubierto

optimarc || Shutterstock

Teniendo todos estos temas comentados en la introducción y algunos más, vamos a ir analizándolos para intentar llegar a una conclusión final.

Analizando el consumo de luz

Sin lugar a dudas, este es el argumento número uno que tenemos que analizar con cautela. Hay que tener en cuenta que, salvo que pongamos el ordenador en hibernación, siempre existe un consumo en stand-by dependiendo de varios factores, como, por ejemplo, de si nuestro procesador es de bajo consumo (o si estamos hablando de un portátil) y también de si tenemos en cuenta en esta ecuación el hecho de que la o las pantallas acaben encendidas.

En promedio, un ordenador puede estar consumiendo entre 150-200W al estar sin uso. Esto significa que aproximadamente gasta un 1kW cada 5 o 6 horas, o lo que es lo mismo, unos 2kW por la noche (si contamos un sueño regular de unas 8 horas). Esto quiere decir que 2kW suman un total de 60kW al mes. En España un kW cuesta aproximadamente unos 15 céntimos, con lo cual, el simple hecho de haber optado por dejar encendido el ordenador todas las noches será lo mismo que pagar una cuota de Netflix básica, es decir, unos 9-10 euros al mes desperdiciados.

Descargas y actualizaciones

Curiosamente algunos dejan su ordenador encendido para descargar cosas. Lo cierto es que hoy en día las conexiones son tan rápidas que, salvo casos especiales, rara vez merece la pena hacer esto.

Sin embargo, en el apartado de las actualizaciones, dejar el ordenador encendido sí es una ventaja: sistemas operativos como Windows programan las actualizaciones automáticas entre las 2 y las 4 de la madrugada, lo cual nos permite tener el ordenador actualizado sin tener que interrumpir durante el día el tiempo que requiere esta tarea, inutilizando el ordenador. No obstante, podemos cambiar esta hora a otra durante la cual no usemos el equipo para que el asunto quede resuelto.

¿Hibernar o apagar?

Hoy en día, un ordenador de última generación puede llegar a arrancar en 10 o 20 segundos. Si hibernamos, el arranque puede reducirse a apenas unos segundos. Pero no hay que olvidar que los sistemas operativos en la actualidad han cambiado la precarga a un sistema diferido: hasta que no se inicia sesión, no empieza a cargar la mayoría de las aplicaciones que dan soporte al sistema, lo que puede sumar al arranque varios segundos o incluso minutos adicionales.

En cambio, al hibernar, como la configuración del estado del equipo se almacena, esta carga después de iniciar sesión es inexistente y, por tanto, la reducción de tiempo es importante.

Pero no hay que olvidar que muchas veces el estado del sistema también es símbolo de ralentización que un reinicio puede resolver. Por eso, si no hemos reiniciado en todo el día, un apagado de noche puede ser una buena costumbre para liberar toda la carga y empezar con un ordenador fresco por la mañana.

Conclusión

Podremos decir que apagar el ordenador es generalmente una gran idea. Ya no solo por las ventajas que hemos comentado, sino otras tantas como una reducción en el desgaste de los materiales, alargando su vida útil. Además, gracias al “Wake-on-LAN” podremos programar un arranque todos los días a una hora determinada, con lo cual se disminuyen aún más las ventajas de dejarlo encendido por pereza.