Consejos para elegir un buen equipo de sonido para casa

Muchos audiófilos se plantean alguna vez en su vida montar un sistema de sonido de máxima calidad para disfrutar de la música en casa con una gran fidelidad. El problema es que, como todos sabemos en mayor o menor medida, el mundo de la tecnología del audio suele ser increíblemente caro cuando ponemos las miras en productos con sólidas prestaciones.

Aquí parece que no hay medias tintas: o encontramos altavoces “barateros” con una calidad mediocre, o tenemos que aspirar alto y hacer acopio de un gran presupuesto para disponer de algo que verdaderamente satisfaga nuestras inquietudes.

Por eso, una gran cantidad de usuarios profesionales recomiendan revisar el mercado de segunda mano, donde existen oportunidades muy interesantes que cumplen con gran parte de los requisitos que veremos a continuación.

¿En qué nos tenemos que fijar a la hora de elegir un buen equipo de sonido?

Alina Vilchenko || Pexels

En primer lugar lo más probable es que estemos pensando en buscar los altavoces que tengan una mejor calidad/precio. Y este es un aspecto con el que las marcas juegan con nosotros: hay que tener en cuenta que los altavoces son importantes pero no lo son todo, y existen otros componentes en los que merece mucho la pena invertir y harán las delicias a nuestros oídos.

La conjunción de altavoces con el espacio que tenemos que ambientar

Aunque pueda parece un tema baladí, hemos de analizar con cuidado el espacio que queremos cubrir para conseguir la mejor optimización en nuestra compra. No es lo mismo un dormitorio común de 20 metros cuadrados que un enorme salón o sótano de cuatro veces más superficie. Esto será indicador de la medida de potencia que tengamos que tener presente.

Además, también es importante la forma del lugar. No es lo mismo un espacio abierto que otro con muchos muebles de por medio. Si, por ejemplo, no tenemos muebles adecuados para colocar altavoces de manera estructurada, quizá tengamos que plantear instalaciones en paredes o la necesidad de plataformas, algo que también deberá formar parte de nuestro presupuesto. Y no olvidemos que generalmente parece que existe un criterio inverso de diseño y calidad en este ámbito: a mayor calidad, más feos suelen ser estéticamente hablando (salvo en algunas marcas puntuales como Bose). Muchos altavoces no suelen ser plato de buen gusto para la vista, lo cual también puede que sume a la lista de requisitos que debemos tener presentes a la hora de la compra.

Estos aspectos influenciarán en el hecho de si podemos aspirar a un sistema amplio como un 7.1, si tendremos que conformarnos con un sistema estéreo 2.1 o si simplemente una barra de sonido será lo máximo que podamos disfrutar. No todos los espacios son aptos para un 5.1 o un 7.1 por mucho que queramos.

Pixabay

El amplificador: el cerebro de todo el conjunto

Una vez tenemos claro si nuestra intención es montar un sistema de audio sencillo o algo más complejo como un 7.1 y la potencia de los altavoces que vamos a requerir, llega el momento de descartar amplificadores para quedarnos con el que mejor se adecúa a nuestras pretensiones.

Generalmente, la mayoría de los amplificadores de gama media y alta son capaces de soportar altavoces pasivos de baja impedancia. Salvo que nos vayamos a una gama muy alta de altavoces que requieran de mucha potencia, no tendremos que preocuparnos demasiado de esto. En otro caso, tendremos que hacer nuestros cálculos con la tabla de especificaciones de cada amplificador seleccionado y ver si sería capaz de soportar bien nuestra configuración sin romper ningún altavoz ante una imprevista caída de impedancia.

El subwoofer: un gran desconocido

La mayoría de los equipos que te venden “todo en uno” ya suelen traer un subwoofer incorporado. Lo cierto es que si nos estamos montando una configuración personalizada, tenemos que buscar también un subwoofer acorde.

El subwoofer se encarga de reproducir los “bajos” o los “graves”, algo que generalmente es muy difícil de reproducir con precisión por equipos de audio y auriculares de gama baja. Es por eso que los expertos en la materia sitúan al subwoofer como la pieza clave que redondea una configuración perfecta. El subwoofer para un sistema de audio es como el color blanco para un pintor: algo de lo que se puede prescindir pero, sin él, no se consigue nunca el resultado deseado. Hay que tener presente que cuando hablamos de 7.1 nos referimos a 7 altavoces y 1 subwoofer.

En este caso, para elegir bien solo hay una opción: probarlo. Las especificaciones técnicas, salvo para auténticos expertos, no son un claro indicador de calidad. Por eso lo más recomendable es ir y comprarlo en tienda.

Muchos audiófilos se plantean alguna vez en su vida montar un sistema de sonido de máxima calidad para disfrutar de la música en casa con una gran fidelidad. El problema es que, como todos sabemos en mayor o menor medida, el mundo de la tecnología del audio suele ser increíblemente caro cuando ponemos las miras en productos con sólidas prestaciones.

Aquí parece que no hay medias tintas: o encontramos altavoces “barateros” con una calidad mediocre, o tenemos que aspirar alto y hacer acopio de un gran presupuesto para disponer de algo que verdaderamente satisfaga nuestras inquietudes.

Por eso, una gran cantidad de usuarios profesionales recomiendan revisar el mercado de segunda mano, donde existen oportunidades muy interesantes que cumplen con gran parte de los requisitos que veremos a continuación.

¿En qué nos tenemos que fijar a la hora de elegir un buen equipo de sonido?

Alina Vilchenko || Pexels

En primer lugar lo más probable es que estemos pensando en buscar los altavoces que tengan una mejor calidad/precio. Y este es un aspecto con el que las marcas juegan con nosotros: hay que tener en cuenta que los altavoces son importantes pero no lo son todo, y existen otros componentes en los que merece mucho la pena invertir y harán las delicias a nuestros oídos.

La conjunción de altavoces con el espacio que tenemos que ambientar

Aunque pueda parece un tema baladí, hemos de analizar con cuidado el espacio que queremos cubrir para conseguir la mejor optimización en nuestra compra. No es lo mismo un dormitorio común de 20 metros cuadrados que un enorme salón o sótano de cuatro veces más superficie. Esto será indicador de la medida de potencia que tengamos que tener presente.

Además, también es importante la forma del lugar. No es lo mismo un espacio abierto que otro con muchos muebles de por medio. Si, por ejemplo, no tenemos muebles adecuados para colocar altavoces de manera estructurada, quizá tengamos que plantear instalaciones en paredes o la necesidad de plataformas, algo que también deberá formar parte de nuestro presupuesto. Y no olvidemos que generalmente parece que existe un criterio inverso de diseño y calidad en este ámbito: a mayor calidad, más feos suelen ser estéticamente hablando (salvo en algunas marcas puntuales como Bose). Muchos altavoces no suelen ser plato de buen gusto para la vista, lo cual también puede que sume a la lista de requisitos que debemos tener presentes a la hora de la compra.

Estos aspectos influenciarán en el hecho de si podemos aspirar a un sistema amplio como un 7.1, si tendremos que conformarnos con un sistema estéreo 2.1 o si simplemente una barra de sonido será lo máximo que podamos disfrutar. No todos los espacios son aptos para un 5.1 o un 7.1 por mucho que queramos.

Pixabay

El amplificador: el cerebro de todo el conjunto

Una vez tenemos claro si nuestra intención es montar un sistema de audio sencillo o algo más complejo como un 7.1 y la potencia de los altavoces que vamos a requerir, llega el momento de descartar amplificadores para quedarnos con el que mejor se adecúa a nuestras pretensiones.

Generalmente, la mayoría de los amplificadores de gama media y alta son capaces de soportar altavoces pasivos de baja impedancia. Salvo que nos vayamos a una gama muy alta de altavoces que requieran de mucha potencia, no tendremos que preocuparnos demasiado de esto. En otro caso, tendremos que hacer nuestros cálculos con la tabla de especificaciones de cada amplificador seleccionado y ver si sería capaz de soportar bien nuestra configuración sin romper ningún altavoz ante una imprevista caída de impedancia.

El subwoofer: un gran desconocido

La mayoría de los equipos que te venden “todo en uno” ya suelen traer un subwoofer incorporado. Lo cierto es que si nos estamos montando una configuración personalizada, tenemos que buscar también un subwoofer acorde.

El subwoofer se encarga de reproducir los “bajos” o los “graves”, algo que generalmente es muy difícil de reproducir con precisión por equipos de audio y auriculares de gama baja. Es por eso que los expertos en la materia sitúan al subwoofer como la pieza clave que redondea una configuración perfecta. El subwoofer para un sistema de audio es como el color blanco para un pintor: algo de lo que se puede prescindir pero, sin él, no se consigue nunca el resultado deseado. Hay que tener presente que cuando hablamos de 7.1 nos referimos a 7 altavoces y 1 subwoofer.

En este caso, para elegir bien solo hay una opción: probarlo. Las especificaciones técnicas, salvo para auténticos expertos, no son un claro indicador de calidad. Por eso lo más recomendable es ir y comprarlo en tienda.